El 2 de febrero de 1898 el diario La Crónica publica un artículo en el que habla de un "acontecimiento en Gajanejos", ni más ni menos que la primera misa celebrada por el sacerdote Juan Ibáñez Arribas, hermano del entonces cura del pueblo, y la acogida del pueblo en la iglesia parroquial del viejo pueblo de Gajanejos. Trasncribimos a continuación el artículo completo:
ACONTECIMIENTO EN GAJANEJOS
El dia 13 de los corrientes celebró por vez primera el augusto sacrificio de la misa en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Gajanejos, el joven presbitero D. Juan Ibañez Arribas.
En tan brillante acto, han ocupado el puesto de padrinos de honor el muy ilustre Sr. D. Ignacio Ibáñez Arribas, canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Calahorra, hermano del nuevo celebrante, y doña Prudencia Andrés Barrena, viuda de Sancho, siendo padrinos de altar en representación del muy ilustr Sr. D. Julián de Diego Alcolea, dignidad de Arcediano y Secretario de Cámara de la Diócesis de Madrid, don Juan Ranz, Vicario de las monjas de Cifuentes y D. Gumersindo Ibáñez Arribas, párroco de Gajanejos y hermano también del nuevo ministro.
Oficiaron como diáconos D. José Sierra, vicario de las monjas Benedictinas de Valfermoso y el Sr. Cura ecónomo de Hontanares D. Máximo Monge.
La oración sagrada estuvo a cargo del reputado orador D. Fermín Domínguez Ortiz, Cura ecónomo de Utande, que demostró una vez más sus relevantes dotes oratorias, como igualmente del gozo tan grande que experimentaría la madre del nuevo ministro del Altísimo al ver que todos sus deseos ha visto cumplidos, teniendo a su lado en este día, tres hijos, desempeñando tan sagrada misión. Salió el auditorio altamente satisfecho de us elocuencia y facilidad de palabra, por haber desarrollado de una manera clara y concisa lo que representa el ministerio encomendado al sacerdocio.
A tan solemne acto y previamente invitados, asistieron D. Román Asenjo, cura párroco de Muduex; D. Francisco Gil, coadjutor de Ledanca; el señor cura de Yela; D. Juan Rodríguez Marina, Secretario de Gobierno del Juzgado de Instrucción de Brihuega; don Lorenzo Piñeiro, Secretario de Gárgoles de Abajo; D. Felipe Castillo, Secretario de Utande; D. Ángel Hernando, Secretario de Ledanca; D. Jerónimo Serrano y D. Raimundo Cortés, Secretario y Cirujano respectivamente de Gajanejos; D. Genaro Hernando, de la Casa de San Galindo; la señora y familia del señor de Sastre y otras varias personas procedentes de Henche, Gárgoles de Abajo, Miralío, Yela y Gajanejos, entre ellos D. Fernando Vela, D. Francisco Bonilla, don Pascual Vela, D. Román Cuadrado y otras que sería prolijo enumerar, de este último pueblo.
Terminada la misa, se procedió según rúbrica al besa manos del nuevo sacerdote, al que acudieron todo el vecindario de Gajanejos en masa é infinidad de personas de los inmediatos pueblos de Utande, Valfermoso y Ledanca, y concluido, todos los invitados, Ayuntamiento en pleno, presidido por el Alcalde D. Baldomero Agustín, Juez municipal D. Antonio Mayor y Fiscal D. Lorenzo Casado, se dirigieron á casa del nuevo celebrante donde fueron obsequiados con abundantes dulces y licores, llamando la atención las célebres tartas con ramos y adornos de buen gusto mandadas hacer por la madrina doña Prudencia Andrés, protectora del nuevo ministro del Señor, al confitero de Trillo.
Después fue servida en abundancia y excelente calidad la comida y cena, durante dos dias, en las cuales hubo también en abundancia café y habanos, sin que quedara nada que desear.
A las cuatro de la tarde de dicho 13, previo toque de campana, se reunió el vecindario en la Casa Consistorial, presidido por el Ayuntamiento, donde se sirvió por los hermanos seglares del nuevo sacerdote y familia, vecinos de Caracena (Soria), un abundante refresco, reinando la mayor alegría en todos los congregados, mayormente por ser el primer acto que han presenciado de esta índole, y al presentarse con tal motivo el nuevo celebrante y su hermano párroco de Gajanejos, saludaron al auditorio, pronunciando al efecto un pequeño discurso que causaron sensación en el vecindario, y después de dada la enhorabuena se dieron vivas a la Religión a su Santidad León XIII, al Rey D. Alfonso XIII, al Ayuntamiento, Secretario y vecindario en general, deseando todos al nuevo ministro del Señor, tantas venturas como por sus virtudes merece.
ACONTECIMIENTO EN GAJANEJOS
El dia 13 de los corrientes celebró por vez primera el augusto sacrificio de la misa en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Gajanejos, el joven presbitero D. Juan Ibañez Arribas.
En tan brillante acto, han ocupado el puesto de padrinos de honor el muy ilustre Sr. D. Ignacio Ibáñez Arribas, canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Calahorra, hermano del nuevo celebrante, y doña Prudencia Andrés Barrena, viuda de Sancho, siendo padrinos de altar en representación del muy ilustr Sr. D. Julián de Diego Alcolea, dignidad de Arcediano y Secretario de Cámara de la Diócesis de Madrid, don Juan Ranz, Vicario de las monjas de Cifuentes y D. Gumersindo Ibáñez Arribas, párroco de Gajanejos y hermano también del nuevo ministro.
Oficiaron como diáconos D. José Sierra, vicario de las monjas Benedictinas de Valfermoso y el Sr. Cura ecónomo de Hontanares D. Máximo Monge.
La oración sagrada estuvo a cargo del reputado orador D. Fermín Domínguez Ortiz, Cura ecónomo de Utande, que demostró una vez más sus relevantes dotes oratorias, como igualmente del gozo tan grande que experimentaría la madre del nuevo ministro del Altísimo al ver que todos sus deseos ha visto cumplidos, teniendo a su lado en este día, tres hijos, desempeñando tan sagrada misión. Salió el auditorio altamente satisfecho de us elocuencia y facilidad de palabra, por haber desarrollado de una manera clara y concisa lo que representa el ministerio encomendado al sacerdocio.
A tan solemne acto y previamente invitados, asistieron D. Román Asenjo, cura párroco de Muduex; D. Francisco Gil, coadjutor de Ledanca; el señor cura de Yela; D. Juan Rodríguez Marina, Secretario de Gobierno del Juzgado de Instrucción de Brihuega; don Lorenzo Piñeiro, Secretario de Gárgoles de Abajo; D. Felipe Castillo, Secretario de Utande; D. Ángel Hernando, Secretario de Ledanca; D. Jerónimo Serrano y D. Raimundo Cortés, Secretario y Cirujano respectivamente de Gajanejos; D. Genaro Hernando, de la Casa de San Galindo; la señora y familia del señor de Sastre y otras varias personas procedentes de Henche, Gárgoles de Abajo, Miralío, Yela y Gajanejos, entre ellos D. Fernando Vela, D. Francisco Bonilla, don Pascual Vela, D. Román Cuadrado y otras que sería prolijo enumerar, de este último pueblo.
Terminada la misa, se procedió según rúbrica al besa manos del nuevo sacerdote, al que acudieron todo el vecindario de Gajanejos en masa é infinidad de personas de los inmediatos pueblos de Utande, Valfermoso y Ledanca, y concluido, todos los invitados, Ayuntamiento en pleno, presidido por el Alcalde D. Baldomero Agustín, Juez municipal D. Antonio Mayor y Fiscal D. Lorenzo Casado, se dirigieron á casa del nuevo celebrante donde fueron obsequiados con abundantes dulces y licores, llamando la atención las célebres tartas con ramos y adornos de buen gusto mandadas hacer por la madrina doña Prudencia Andrés, protectora del nuevo ministro del Señor, al confitero de Trillo.
Después fue servida en abundancia y excelente calidad la comida y cena, durante dos dias, en las cuales hubo también en abundancia café y habanos, sin que quedara nada que desear.
A las cuatro de la tarde de dicho 13, previo toque de campana, se reunió el vecindario en la Casa Consistorial, presidido por el Ayuntamiento, donde se sirvió por los hermanos seglares del nuevo sacerdote y familia, vecinos de Caracena (Soria), un abundante refresco, reinando la mayor alegría en todos los congregados, mayormente por ser el primer acto que han presenciado de esta índole, y al presentarse con tal motivo el nuevo celebrante y su hermano párroco de Gajanejos, saludaron al auditorio, pronunciando al efecto un pequeño discurso que causaron sensación en el vecindario, y después de dada la enhorabuena se dieron vivas a la Religión a su Santidad León XIII, al Rey D. Alfonso XIII, al Ayuntamiento, Secretario y vecindario en general, deseando todos al nuevo ministro del Señor, tantas venturas como por sus virtudes merece.
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